En el frío industrial, podemos distinguir dos instalaciones fundamentales: las cámaras y los equipos frigoríficos. A su vez, cada una de estas tipologías se subdivide en dispositivos de refrigeración y de congelación. Las cámaras son los recintos en los que se almacenan los productos a conservar o congelar. Pueden incluir equipos frigoríficos de diversos tipos, en función de las necesidades del usuario. Así, hay equipos compactos de pared tipo mochila, uno de los modelos más utilizados a día de hoy. Por otro lado, están los equipos compactos de techo, que se sitúan en el techo de las cámaras y ofrecen múltiples ventajas, como la posibilidad de desescarche de hielo automático y control de temperatura digital.
Respecto a los equipos frigoríficos tipo split, se denominan así porque están formados por dos elementos separados: el condensador y el evaporador. Ambas piezas están unidas por un sistema de entubado y se controlan digitalmente. Sea cual sea el modelo elegido, es fundamental realizar un mantenimiento predictivo preventivo y correctivo. De este modo, se evita correr riesgos innecesarios. Como especialistas en instalaciones de frío industrial, nosotros podemos ayudarle a mantener en óptimas condiciones su equipamiento.