Hasta 1980, el refrigerante R22 era el más utilizado en los equipos de refrigeración y aire acondicionado. Se trata de un compuesto del grupo de los hidroclorofluorocarbonos (HCFC), es decir, un agente que daña la capa de ozono. Ante la grave amenaza que suponen sustancias como ésta para el medio ambiente, la Unión Europea promulgó el Reglamento 1005/2009 sobre estos compuestos nocivos para el entorno natural. La legislación establece dos categorías para los gases según los perjuicios que provocan. Por un lado, están los gases, como los hidroclorofluorocarbonos, que deterioran la capa de ozono. Por otro parte, están los causantes del efecto invernadero.
Así las cosas, el Parlamento Europeo ha fijado un calendario para llevar a cabo la eliminación total del refrigerante R22. El horizonte temporal que se ha establecido para lograr este objetivo es el año 2015. De este modo, puede seguir utilizándose esta sustancia hasta finales de 2014, pero tiene que estar reciclado. Y, además, sólo puede emplearse para la recarga y el mantenimiento de equipos. No obstante, el R22 cada vez escasea más y su precio es, por tanto, más elevado.
Para controlar la progresiva desaparición del R22, las autoridades europeas han dictado una serie de medidas. Los usuarios que dispongan de equipos alimentados por este refrigerante tienen que estar debidamente etiquetados. Además, es necesario llevar un registro de gases en los aparatos de aire acondicionado, frigoríficos, sistemas de protección contra incendios, etcétera, que contengan tres o más kilos de gases. Respecto a la recuperación, es imprescindible que durante los trabajos de mantenimiento no se pierdan estos gases.
Según la carga de gas que presenten, los equipos deberán someterse a un control de fugas de forma periódica. Si tienen entre tres y 30 kilos, la revisión tendrá que hacerse una vez al año. Si la carga es de entre 30 y 300 kilos, será de frecuencia semestral. Y, si excede los 300 kilos, trimestral. En Igloo Refrigeración queremos recordar a los usuarios que, a partir del 31 de diciembre del próximo año, podrán seguir utilizando equipos que contengan R22, pero no podrán recargarlos con ese refrigerante dañino para el medio ambiente.
La prohibición del refrigerante R22
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